Nuestra
historia es un hecho que ocurrió cerca de un río y que recuerdo con mucho
cariño.
Una linda
mañana de otoño, en que las hojas de los árboles se empiezan a caer y el frío
hace su aparición por los caminos, una familia de cangrejos que tenía su casa
junto al río, salió temprano en busca de alimento y a dar un paseo.
Esta
familia estaba formada por Mamá cangrejo, Papá cangrejo y dos cangrejitos
juguetones, a quienes les gustaba adelantarse y no esperar a sus papás;
salieron de su casa rápido, rápido, a caminar.
Su mamá
les advirtió:
-No se
alejen mucho, se pueden perder.
Y ellos
contestaron a coro:
-No mamá,
sabemos el camino de memoria.
-Aun así,
dijo mamá cangrejo, estén cerca de nosotros por cualquier contratiempo.
Los
cangrejitos se pusieron a jugar y a jugar, inventaron carreras, competencias
con sus tenazas y muchos juegos más. Al más pequeño se le ocurrió jugar a
esconderse, ya que son muy rápidos para hacerlo.
Pico y
Pon, que así se llamaban los cangrejitos, se escondían y por turnos se buscaban
uno al otro. Se divertían mucho y, sin darse cuenta, se alejaron de sus papás.
Pico, el más pequeño, se escondió tan bien que Pon lo busco y lo buscó y no lo
encontró. Preocupado, fue a buscar a sus papás para avisarles que Pico no
apareció. Mientras tanto, Pico salió de su escondite y no encontró a su
hermano, por lo que empezó a caminar y caminar, tratando de recordar el camino
para regresar a su casa y sorprender a su familia.
-¡Ay, qué
cansado estoy! - dijo Pico- creo que el camino está muy largo hoy.
Sin darse
cuenta siguió avanzando y se metió a un lugar muy grande y muy arbolado, con
caminos marcados y pisos muy pulidos y brillosos.
Pico,
desesperado y cansado, exclamó:
-¡Me
resbalo demasiado! ¿En dónde estaré? No sé, no sé… buscaré a Pon, tal vez haya
entrado aquí antes que yo.
En aquel
lugar se escuchaba un murmullo, parecían niños hablando, pero no hizo caso y
siguió caminando. Cuando de repente, se escuchó:Maestra,
hay algo cerca de su pie!
Y se oyó
un grito de sobresalto:
-¡Un
cangrejo! ¡Un cangrejo! ¡Un cangrejo en la clase!
-Niños,
ordénense. No lo vayan a lastimar. Busquen a Don Mario para que lo venga a
sacar- dijo la maestra.
-Pico,
asustado por los gritos, corrió y corrió hasta que encontró un sitio para
esconderse y no se movió. Don Mario llegó y lo sacó, lo puso en una caja de
cristal y se lo enseñó a todos los de la escuela.
Más
tarde, el Sr. Mario llevó a Pico al río y al abrir la caja, éste saltó y nadó.
Mientras
tanto, Mamá, Papá y Pon lo seguían buscando por doquier…Pico asustado y
cansado, los encontró y exclamó:
-¡Estoy
aquí, Mamá, Pon, Papá! ¡Aquí estoy!
-¡Qué
feliz soy de estar otra vez con ustedes, querida familia!
Les contó
su aventura y todos al mismo tiempo le dijeron:
-Pico,
Pico, cangrejito despistado, no te vuelvas a alejar, pues nos has preocupado.
Pico
aprendió la lección y cada vez que sale, siempre se queda cerca de su familia.